Uno de los sectores de población con el que más disfruto el acompañamiento hacia la salud y el bienestar, es el de los más pequeños y jóvenes.
Soy consciente de que mi estupenda relación con ellos es porque mi niña y mi adolescente internas son las que me ayudan a comunicarme y a conectar con ellos.
Facilitar los espacios necesarios para poder expresarse con libertad, desde la palabra, la emoción y el cuerpo; es fundamental en los tiempos que corren.
Es importante que desde nuestra infancia, y a lo largo de todas las fases del desarrollo de la persona, se eduque en autocuidado; favoreciendo el contacto y la expresión de nuestro ser esencial expansivo, y facilitando herramientas que nos ayuden a transitar el proceso evolutivo de vida, con todas las experiencias que traiga.
Disponer de un laboratorio donde poner la lupa en aquello que ocurre en el cuerpo y que nos cuenta cosas a través de las sensaciones. Un lugar donde poder abrir el corazón sin miedo al juicio o al daño, para que así se vaya liberando la carga de las preocupaciones y los desafíos. Un espacio donde ir creando, de a poquitos y conectados con la propia autenticidad, una estructura sólida, consciente, hermosa y genuina.
Y, a la vez, dándose también los permisos para disfrutar, enfadarse, reír, llorar, decir SÍ o NO, estar en silencio, pedir ayuda, dar y recibir amor, mostrar sus talentos y habilidades, aprender, pedir perdón, perdonar…
En definitiva: SER
Cuando esto ocurre, llegamos a la edad adulta muy conectados a nuestra esencia; siendo libres, honestos y conscientes en nuestra toma de decisiones. Con muchas certezas, derivadas de nuestro hábito de escucha interna y de nuestra seguridad en lo que somos; y fomentando vínculos sanos, respetuosos y amorosos.
Un auténtico regalo acompañar a cada niñ@, joven y adolescente; y a sus familias.
Un abrazo apretado desde Mahakaruna Autocuidado !